013. Sobre productividad 01

Buscando el proyecto perfecto
Buscando el proyecto perfecto
013. Sobre productividad 01
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No me gustan nada los vendehúmos que te ofrecen soluciones mágicas para cualquier cosa del tipo 5 formas de ahorrar energía, 5 trucos para posicionarte en Google, etc

Pero para demostrarte que yo no solo hago las cosas que me gustan, sino que me enfrento también a las que no me gustan te traigo 10 áreas para mejorar tu productividad.

Así que escucha este episodio para saber si todavía puedes optimizar tu rendimiento, porque hoy vamos a hablar sobre productividad.

Hola a todos y bienvenidos al episodio número trece de “Buscando el proyecto perfecto” un podcast basado en hechos reales.

Yo soy José Luis de la Rocha y algunas veces trabajo de arquitecto y otras de delineante, de director de proyectos o Ceo de mi empresa, pero siempre disfrutando de cada momento.

En este podcast os voy a contar mi experiencia sobre algunas cosas que podéis hacer para mejorar el resultado de los proyectos y de vuestra empresa.

ÍNDICE.

  • 01:28. Introducción.
  • 02:45. 10 – Comer sano
  • 05:59. 09 – Hacer deporte regularmente
  • 08:20. 08 – Dormir bien
  • 09:10. 08.1 – Pre-dormir
  • 11:10. 08.2 – Dormir
  • 14:53. 08.3 – Post-dormir
  • 16:25. 07 – Meditar todos los días
  • 19:12. 06 – Rodearte de los mejores
  • 22:55. Despedida

INTRODUCCIÓN

Ser productivo no es un proceso puntual de un momento, de conseguir hacer muchas tareas un día o alguna tarea concreta muy rápida.

Más bien es un hábito, un sistema al que te tienes que enfrentar con la actitud adecuada, una forma de hacer las cosas de forma constante.

Ser productivo es un proceso que lleva mucho tiempo y afecta a muchas facetas como vamos a ver en este capítulo.

Lo que os voy a presentar son 10 áreas dónde la inversión del esfuerzo a realizar va a servir para sumar, para mejorar y mantener sostenible tu productividad.

Estas 10 áreas las voy a organizar desde las que generan menos beneficio directo a las que generan un mayor rendimiento de forma directa en tu productividad.

Si te quieres adelantar al contenido puedes leer las notas del capítulo o irte a la web de arquitecturaeficiente.es dónde tengo todas listadas con enlaces al minuto dónde cuento cada una.

Además, en las notas y en la web te dejo un listado de todos los blogs, libros y podcast de referencia que he usado para hacer este capítulo, por si te pierdes o necesitas buscar algún contenido específico.

Pero si te quedas a escuchar este capítulo te las voy a ir contando una a una.

10. COMER SANO.

Y vamos a empezar por la que he planteado en el número 10, es decir, el área de las que he elegido que afecta menos directamente a la productividad en el día a día es COMER SANO.

Decía Hipócrates; “que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento».

La alimentación tiene una parte indirecta pero relacionada con la productividad en dos facetas:

  • Una física relacionada con la energía.
  • Otra mental relacionada con la motivación.

Si estás sano, indudablemente, estarás en mejores condiciones para realizar tareas de forma más eficiente.

Pero ¿qué podemos considerar comer sano?

Aquí se abren muchos debates y, a mi parecer, no hay ninguno ganador o destacado que prevalezca sobre el resto.

Podemos elegir desde el veganismo hasta la dieta paleo, pasando por la dieta mediterránea, low carb, keto, o no seguir ninguno de estas y tener un sistema propio para comer variado o incluso totalmente aleatorio.

Podemos realizar desde 3 o 5 comidas al día, hasta el ayuno temporal o incluso el ayuno intermitente.

Yo no te voy a decir cuál es la mejor (porque no la sé y conozco gente sana que hace dietas totalmente distintas), pero sí te digo que sigo varios foros de alimentación y hay tantos detractores como defensores de todas las posturas. Y no me refiero a teóricos convencidos, sino a gente que las practica en el día a día y gente, con fundamentos científicos y conocimiento de alimentación y medicina, que avalan los distintos sistemas.

Lo que sí tienen todas en común es que no buscan una dieta para unos días, sino que el objetivo es un cambio de hábitos para toda la vida y, por supuesto, conseguir un buen estado de forma física a la medida que planteaba Hipócrates.

En mi opinión, en cuanto al enfoque de productividad, es que creo que no importa tanto el sistema elegido, que se ve influido mucho en función de tus creencias, tu entorno y también tu fisiología (en caso de los celíacos u otras alergias), sino tu enfoque a adoptar una dieta saludable en concreto, ser capaz de mantenerla y recibir los beneficios que ello conlleva.

Estos beneficios, como he dicho antes, son dos:

  • Por un lado, el físico, ya que todas estas dietas llevan hacia un mejor estado de salud. Es decir, que debes probar qué dieta es la adecuada para ti y te sirve para mejorar tu salud. Está claro que no va ser lo mismo para una persona que tiene que comer fuera todos los días, que alguien que tiene un horario flexible y puede planificar sus comidas.
  • El otro beneficio es el mental ya que tomar una decisión hacia una dieta saludable te va a hacer sentirte bien y motivado cuando la mantengas en el tiempo. Y es que además de mejorar tu salud lo que buscamos son retos sencillos que nos permitan superar objetivos diarios y nos haga sentirnos bien y motivados a largo plazo. Ya que esta es la base de la productividad sostenible.

Por lo tanto, ya estás informado de que la alimentación puede mejorar tu estado físico y mental para acometer posteriormente tareas importantes y ser más productivo.

9. HACER DEPORTE REGULARMENTE.

Otra gran área para desarrollar tu productividad y que está muy relacionada con la anterior es hacer deporte regularmente.

 Y te va a servir para mejorar tu productividad en tres aspectos:

  • Hacer deporte produce endorfinas y estas hormonas producen sensación de placer y felicidad.
  • Además, tienen un efecto analgésico y reducen los niveles de estrés y ansiedad. Porque, haciéndolo con un nivel de intensidad suficiente que nos obligue a enfocarnos en el ejercicio realizado para mantener el esfuerzo, nos va a liberar la mente. Durante ese tiempo nos vamos a aislar de los problemas que teníamos y nos bloqueaban.
  • Por último, superar objetivos nos sienta bien y nos hace recuperar energía y aumentar la fuerza de voluntad. Y no hay nada con más objetivos que el deporte.

Después de hacer deporte, cuando volvemos a enfrentarnos al día a día tenemos la mente libre y podemos volver a enfocarnos en el trabajo y mejorar el rendimiento.

Pero ¿Qué deporte elegir?

Como anteriormente pasaba en la alimentación, en el deporte tenemos una gama amplia para elegir entre: aeróbicos o anaeróbicos, individuales o de equipo, sin necesidades de apoyo de material externo o con necesidad de equipamiento, etc.

Yo te recomiendo que elijas un deporte que:

  • Te haga sentir mejor. No hagas deporte por hacer deporte, porque es probable que lo dejes con el tiempo y lo que buscamos es hacer deporte regularmente.
  • Te permita cumplir con los objetivos de la forma física que quieres conseguir (claro, para esto tendrás que pensar estos objetivos).

Aquí influye, lo mismo que en la alimentación, tus gustos y condiciones de tu entorno. Siempre será más fácil quedar con amigos para correr o nadar que tener que hacerlo solo si con lo único que cuentas es tu fuerza de voluntad.

Otra cosa serían los deportes en grupo, ya que estos, además de generar los beneficios del deporte, te permiten un cierto punto de competición.

La competición es buena para trabajar el enfoque de superar objetivos. Y ya hemos visto que superar objetivos te sienta bien.

Por último, recordarte que el deporte, como toda actividad, requiere un conocimiento de lo que se hace y las condiciones adecuadas que hay que tener en cuenta, como saber calentar, el equipamiento necesario, etc.

8. DORMIR BIEN.

En el número 8 tenemos otra área de mejora para aumentar nuestra productividad que es dormir bien.

Si bien las otras dos áreas (Hacer deporte regularmente y Comer sano), aunque importantes, no afectan directamente a tu productividad. Es decir, podemos comer mal y no hacer deporte, en cambio tener el suficiente enfoque para ser productivos en nuestro trabajo. Pero dormir bien, es fundamental a corto y medio plazo.

Podemos quedarnos varios días sin dormir o durmiendo poco para terminar un trabajo, pero en poco tiempo nuestra capacidad productiva se verá mermada, ya que dormir es una necesidad fisiológica de primer orden y su alteración afecta directamente a nuestra capacidad de concentración, etc.

En relación a dormir hay tres fases que tenemos que tener en cuenta:

  • Pre-dormir.
  • Dormir.
  • Post-dormir.

PRE-DORMIR.

Esta primera etapa es fundamental para poder descansar bien. Consiste en dedicar un tiempo para ir preparando la mente y el cuerpo para dormir. Por lo que es bueno establecer unos hábitos para esta fase.

Es importante dar un espacio de tiempo para desconectar la mente de los problemas cotidianos. Este tiempo puede hacerse de muchas formas y debería estar en torno a 90 minutos.

¿Qué NO CONVIENE hacer en este tiempo?

Por ejemplo: cenar copiosamente, planificar el día siguiente, terminar algún trabajo pendiente, leer la prensa (sobre todo temas políticos, económicos o que te generen debate interior), revisar las cuentas del banco, en general cualquier cosa que te deje la cabeza en modo “on”.

¿Qué cosas CONVIENE hacer en ese tiempo?

Pues leer siempre que no sean los temas mencionados anteriormente.

Yo con respecto a la lectura me he inventado un aforismo que dice “que antes de acostarse hay que leer poesía y al levantarse filosofía”. Es decir, por la noche antes de dormir leer cosas que te hagan soñar y por la mañana cosas que te hagan pensar.

También sería similar ver una película o serie. En general, de cara a ser productivo, no recomiendo ver la tele, en cuanto a tele tradicional (en especial tele5), ni antes de dormir ni después, ni nunca. Pero sí puede ser interesante ver una serie o película de un canal de streaming en el puedas elegir qué quieres ver y el contenido se adecúe a esto que estamos diciendo sobre poesía y filosofía.

Hay muchos expertos que no recomiendan usar aparatos electrónicos en esta fase por el tema de que impide la segregación de melatonina que es la hormona del sueño. Se tratarán de personas que llevan una vida tranquila y les cuesta dormir. A mí no me da para una película completa por mucha luz y muchos tiros que tenga.

Otra cosa que recomiendan antes de dormir es el sexo. Dentro de tus posibilidades (por la liberación de endorfinas y esas cosas, no por vicio).

DORMIR.

Una vez concluida la fase anterior pasamos a la siguiente fase que sería la propia de dormir. Y es importante analizar cuatro aspectos:

  • El entorno
  • La cama
  • La posición
  • La duración.

Debemos cuidar el entorno dónde vamos a descansar y debería ser un sitio a oscuras (por el tema de la melatonina), con temperatura ligeramente fría (entre 15º y 20º C) y en el máximo silencio posible.

Por otro lado, la cama es fundamental para el descanso: tanto en su parte estructural (colchón, somier y almohada) como en la ropa de cama. Dormir en una buena cama recién hecha asegura un descanso placentero y os recomiendo que en épocas en las que vayáis a dormir poco, aunque parezca un poco contraproducente perder el tiempo y hacerte la cama nueva probadlo alguna vez y me contáis.

La posición a la hora de dormir es importante, puesto que afecta a nuestro estado de relajación. Por genética, una postura lateral sobre tu brazo no dominante sería lo más apropiado según algunos estudios, no solo por la sensación de seguridad sino por la fisonomía interna del cuerpo. Por otro lado, otras posturas como bocarriba, bocabajo o con los brazos por encima de los hombros, podrían generar problemas respiratorios o posturales. De cualquier forma, cada postura debería ir acompañado de una estructura de cama distinta (grosor de almohada o dureza del colchón, etc).

Y con respecto a la duración, siempre se ha oído que hay que dormir 8 horas para un adulto normal. Hay varios estudios que establecen el ciclo de sueño de tres etapas (sueño ligero – sueño profundo – REM) y que han determinado que estas fases tienen una duración aproximada de 90-100 m y los expertos recomiendan dormir unos 5 ciclos, por lo tanto, estamos entre 7,5 y 8,5 horas.

Lo importante no es tanto dormir muchos ciclos como dormir el ciclo completo y no despertarte en mitad de un ciclo profundo, ya que si te despiertas en este ciclo la sensación de sueño es muy profunda (es lo que pasa si te echas una siesta de una hora o más, que te levantas mucho más cansado que cuando te acostaste y toda la tarde tienes una sensación de bajona que tienes que superar con café u otros estimulantes) Recomendación de duración de la siesta en condiciones normales debería ser de 20m con despertador.

Cada vez que tenemos un ciclo completo el cuerpo se relaja y te mueves, te despiertas para beber, ir al servicio, cambiar de postura, taparte, etc.

En este sentido, a mí me funciona muy bien marcar los ciclos de 90 m y en función de la hora que me tengo que levantar, me preparo a dormir 7,5h antes para despertarme en un ciclo correcto. Muchas veces, tengo que dormir algo menos y me planteo dormir 6 horas, es decir, 4 ciclos completos. Te aseguro, en mi caso, que la sensación de sueño es menor que dormir 6,5 o 7 horas y me permite levantarme durante largas temporadas durmiendo 6 horas al día más después una siesta de 20m. Lo que me aporta 1,5 horas más de trabajo cada día y por lo tanto de más cosas que puedo hacer.

Por otro lado, es importante intentar dormir todos los días los mismos ciclos y en el mismo horario, y los fines de semana, seguir más o menos igual. De manera que el cuerpo coja el hábito de acostarse y despertarse a una hora para que las fases pre y post sean lo más rápida posibles.

POST-DORMIR.

Por último, si hemos descansado bien, cuando suene el despertador, o mejor aún, cuando hayamos cogido el hábito de despertarnos a una hora, deberíamos levantarnos y comenzar el día.

Pero muchas veces es en ese momento cuando tenemos que tirar de nuestra fuerza de voluntad y no quedarnos metido en la cama. Por eso debes tener una motivación vital para levantarte, sobre todo si te tienes que levantar temprano: puede ser hacer deporte, ir al trabajo, llevar al niño al colegio o grabar un podcast, pero te aseguro que si tienes objetivos vitales el proceso de levantarse lo realizarás con menos esfuerzo.

Además de todo esto, para ir cogiendo ritmo es importante tener una rutina de despertarse: poner la radio, asearse, vestirse, desayunar, o hacer deporte… Y para que se vaya activando el cuerpo es bueno recibir luz.

Si todo esto se ha hecho correctamente, al poco tiempo tu estado físico y mental estará en uno de los momentos más eficientes del día. Hay que intentar aprovechar este momento de energía al máximo para hacer las tareas más difíciles o los retos personales que necesiten mayor fuerza de voluntad. Aprovecha estos momentos para comenzar el día con buen pie.

7. MEDITAR TODOS LOS DÍAS

Una de las cosas que me ha sorprendido al leer libros de famosos líderes y expertos en productividad es su tendencia (aunque no en todos los casos) a meditar regularmente, que es nuestra séptima área de mejora.

Cuando pensamos en meditación nos imaginamos a un monje budista sentado en la postura de flor de loto dedicado a la contemplación y búsqueda de la sabiduría.

Para nosotros, en nuestro día a día, es imposible que nos dediquemos a eso. No vamos a dejarlo todo para irnos a un monasterio y no podemos pasar el día meditando.

En este sentido han ido apareciendo nuevas estrategias de meditación que los nuevos gurús occidentales han acercado a nuestra realidad. De ahí salen desde el moderno mindfulness a otras más antiguas que se recuperan y actualizan como la meditación estoica.

Lo que todas tienen en común es que no es productivo tener la mente trabajando a tope todo el día y tenemos que darnos pausas para coger carrerilla en otro momento.

Esto, en algunos casos, ha llegado a que en determinadas empresas obliguen a los trabajadores a parar para meditar un rato y así mejorar su rendimiento medio durante la jornada laboral.

En general, las ventajas de la meditación son:

  • Despeja tu mente.
  • Reduce el estrés.
  • Aprendes a estar más presente.
  • Aprendes a descubrir tus emociones.

Entonces ¿cómo hago para meditar?

La realidad es que no hace falta aislarse en un monasterio budista, hacer yoga ni tener un maestro espiritual a tu lado. Lo puedes hacer tú solo sentado en tu puesto de trabajo, siempre que sea un sitio tranquilo y puedas concentrarte.

Tim Ferris recomienda, para coger el hábito, el método «10 y 10» que se basa en diez minutos durante 10 días. Con esto comenzarás a ver resultados y te engancharás.

Es verdad, que con un maestro que te guíe podrás llegar a niveles más profundos y con mejores resultados, pero si no puedes permitírtelo o quieres probar por tu cuenta este método te podría valer. No pierdes nada por probar.

En cuanto a la técnica de cómo meditar no te voy a dar indicaciones. Si te insto a que investigues por tu cuenta, lee libros, blogs, escucha podcast, habla con expertos o apúntate a un curso. También hay aplicaciones de móvil para ayudarte a generar el ambiente y orientarte en la meditación.

Y ahora que, sabes que meditar te puede aportar salud y mejorar tu productividad el siguiente paso es buscar un horario, proponerte hacerlo todos los días y cumplirlo porque sabes que cumplir objetivos te sienta bien.

6. RODEARTE DE LOS MEJORES

En sexto lugar, un área importante que tienes que desarrollar para mejorar tu productividad es rodearte de los mejores.

Decía Jim Rohn, un autor y orador motivacional estadounidense, que “eres el promedio de las 5 personas que te rodean”.

No me atrevería a confirmar el número total de personas que te influyen, pero lo que sí tengo claro es que tu entorno afecta a tu comportamiento, creencias, desarrollo personal y, por supuesto, a tu productividad.

Tienes que pararte a pensar ¿eso es cierto? ¿cómo me influye mi entorno? ¿me está influyendo en sentido positivo o negativo?

En primer lugar, tienes que saber que tu entorno está compuesto de varios “círculos” de influencia que te afectan de forma desigual. No es lo mismo tu entorno familiar, que el laboral, que el de tus amigos de fútbol, tus amigos del colegio o los de un grupo de discord al que te acabas de apuntar.

En estos círculos te vas a encontrar «personas tóxicas», que son aquellas que “rebajan tu media” por su actitud, y es posible que no puedas o no quieras apartarlas de tu entorno (por ejemplo, por ser familiares o compañeros de trabajo). Lo que sí está en tu mano es hacer que no te afecten: simplemente no hacerles caso.

Además, existe dentro de ti una fuerza que es tu necesidad de pertenencia a grupo que, como homínido, todos tenemos.

Abraham Maslow, en su teoría de la jerarquía de necesidades humanas más conocida como la Pirámide de Maslow, establecía que para lograr la autorrealización tenemos que pasar por tener cubierta las necesidades:

  • las fisiológicas (alimentación, descanso, …), 
  • las de seguridad (seguridad física, empleo, recursos, familiar, …),
  • las de afiliación (amistad, amor, afecto de otros…) y
  • las de reconocimiento (confianza, respeto, …)

Si alguna de estas no está bien cubierta no podemos llegar a la cúspide de la pirámide dónde estaremos en situación de máxima creatividad, resolución de problemas, motivación y productividad.

Por lo tanto, que tu entorno no entienda tu enfoque de desarrollo es perjudicial para tu motivación.

Una cosa que puedes hacer es encontrar nuevos “círculos” que te permita conocer a otras personas que “suban tu media” y esto lo puedes hacer de muchas formas:

  • Leer libros, blogs, escuchar podcast que te expliquen herramientas y técnicas para mejorar tu productividad. Ya esto es un primer cambio de entorno puesto que empezarás a escuchar otras opiniones de personas, que antes no estaban en tu entorno, y que ahora te están aportando nueva información.
  • Buscar grupos y foros en redes sociales donde se hable de temas que te interese.
  • Asistir a conferencias o meterte en asociaciones, grupos de interés u otros sitios donde conozcas a personas que tengan los mismos intereses que tú.
  • Buscar en tu empresa, grupo de trabajo, amistades o conocidos a personas afines que tengan los mismos intereses.
  • Meterte en un grupo de mastermind afín a tus gustos y que te motive para mejorar.

Por otro lado, tenemos en segunda derivada, si el entorno social me afecta a mí, ¿yo puedo influenciar a mi entorno? La respuesta es claramente sí.

De hecho, deberías intentar mejorar el entorno y puedes hacer muchas cosas:

  • Podrías mostrar a tus compañeros de trabajo las cosas que haces para mejorar tu productividad.
  • Podrías enseñar a tus compañeros de trabajo a manejar ciertas herramientas para mejorar la productividad de todo el equipo.
  • Podrías dar cursos a terceros que te van a servir para afianzar conocimientos.
  • Podrías montar un blog y exportar a los demás tu conocimiento.

Con todo esto, poco a poco, irás cambiando tu círculo inicial por otro que hayas elegido y que te permitirá desarrollar todo tu potencial.

DESPEDIDA

Como se está haciendo un poco largo este podcast voy a cortarlo aquí y en el próximo capítulo te contaré las 5 áreas que aportan más a la mejora de tu productividad.

Para despedirme espero haberte ayudado y motivado a mejorar en las áreas que te he presentado en este capítulo

Si quieres que desarrolle alguna de las áreas que hemos visto en más profundidad escríbeme un correo a podcast@arquitecturaeficiente.es o en la web https://buscandoelproyectoperfecto.com/contacta/

Por último, recordarte que complementario a este podcast tengo el blog www.arquitecturaeficiente.es y el canal de youtube (https://www.youtube.com/channel/UCWfNJaJrdqdYYEKf8D7iGhw) en dónde están publicados artículos y cursos que os pueden ayudar.

Si te ha gustado, no olvides seguirme y darle a me gusta.

Además, puedes recomendar este podcast a otros compañeros que también lo necesiten.

Y sin más me despido y nos vemos en el próximo programa.

NOTAS DEL PROGRAMA

Para seguir aprendiendo te recomiendo los siguientes libros:

O estos blogs

O estos Podcast

  • Mentor 360
  • Think wasabi
  • Desarrollo profesional
  • Zetatesters
  • El show de los superhabitos
  • Entiende tu mente
  • Libros para emprendedores
  • Meditaciones estoicas
  • Kenso
  • Fitness revolucionario

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